Subes al coche, inicias la marcha y al cabo de unos kilómetros notas algo raro... en efecto, acabas de pinchar la rueda y tu mejor aliado será el kit antipinchazos. No hay que ponerse nervioso, ya que este elemento resulta muy fácil de usar y nos permitirá continuar la marcha sin mayores contratiempos. Tan solo habrá que parar en algún lugar que sea seguro y ponerse manos a la obra. Y si no puedes reparar el pinchazo, con la asistencia en carretera Toyota Eurocare no tendrás que preocuparte por nada.
Actualmente es cada vez es menos habitual encontrar una rueda de repuesto en los coches, ya que cuando sufrimos un pinchazo suele ser más sencillo tratar de repararlo que cambiar el neumático. Es por ello que, en su lugar, solemos encontrar un kit antipinchazos que nos permitirá reparar el neumático en un momento y de una forma mucho más sencilla que el proceso que implicaría sustituirlo. Pero antes de continuar vamos a averiguar qué es un kit antipinchazos.
También conocido como kit reparapinchazos, en esencia se trata de un conjunto de utensilios que nos permiten reparar rápidamente un pinchazo causado por un tornillo, un clavo o similar. Si bien es cierto que no es capaz de arreglar un reventón, sirve para reparar la gran mayoría de los pinchazos comunes. Normalmente los kits antipinchazos están formados por un compresor y un bote de espuma sellante. Pero antes de proceder a explicar qué tipos de kit antipinchazos hay y cómo usarlos, conviene tener en cuenta algunos aspectos importantes.
En primer lugar, antes de bajar del vehículo es fundamental activar las luces de emergencia, apartarse debidamente, ponerse el chaleco reflectante y advertir a los demás conductores de nuestra presencia con la señal luminosa V-16 o con el triángulo de emergencia. En ese momento podremos ir a buscar el kit, siempre asegurándonos de que su fecha de fabricación no sea superior a los cuatro años, ya que, transcurrido ese tiempo, pierden eficacia.
Existen tres tipos de kits reparapinchazos, aunque dos de ellos son mucho más habituales que el tercero. El menos común es el estándar sin espuma, que dispone de una masilla que se introduce en el pinchazo y lo vulcaniza. Pero sin duda alguna, los kits antipinchazos más habituales son los manuales y los automáticos. En ambos casos dispondremos de un bote de espuma sellante y de un compresor para inflar la rueda.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre un kit antipinchazos manual y uno automático? Pues fundamentalmente que para usar el kit manual hay que seguir dos pasos y para usar el automático tan solo es necesario uno. Estas son las instrucciones de uso de un kit antipinchazos:
Una vez hayamos reparado el neumático y lo hayamos inflado a la presión correcta, tendremos que estar atentos a su evolución. También nos resultará de gran ayuda el Sistema Toyota de Monitorización de Presión de Ruedas, también conocido como TPMS, para ver la presión de inflado y la temperatura interna del neumático, aunque es recomendable cambiarlo lo antes posible.