Se acerca el invierno y con él, las bajas temperaturas, que afectan al rendimiento de nuestro coche y a nuestra capacidad para dominarlo. Es importante estar muy pendientes del estado de nuestro vehículo, ya que algunas piezas y su rendimiento pueden verse seriamente comprometidos si no afrontan esta época del año en perfectas condiciones.
Pero ¿cuáles son esas piezas que hay que revisar con especial atención? ¿Cuáles son las recomendaciones de la DGT para afrontar el invierno sin sobresaltos? Te lo contamos.
Es una de las partes más importantes de un coche, por lo que no debes olvidar revisar su estado de forma frecuente. Si decides mantener tus neumáticos “de verano” puestos durante el invierno, asegúrate de que su presión está acorde con la que especifica el fabricante del vehículo. Por cada diez grados de temperatura, las gomas pierden medio kilogramo de presión, por lo que es necesario que revises este dato para no sufrir ningún percance.
La mejor opción es siempre tener un juego de neumáticos de invierno, preparados con un caucho especial que resiste mejor las bajas temperaturas y, por tanto, reduce la distancia de frenado respecto a unas gomas de verano. Además, son capaces de rodar sobre nieve sin necesidad de cadenas, que a veces son difíciles de poner. Eso sí, son indispensables si apuestas por un juego de verano para todo el año.
Si no quieres tener dos juegos de neumáticos, te proponemos apostar por los neumáticos ‘all season’, un compuesto mixto capaz de rodar sobre nieve y, al mismo tiempo, no sufrir un gran desgaste cuando llegue el verano. Sin duda, es la opción más atractiva.
Las piezas de goma pierden elasticidad cuando llega el invierno, por lo que si están desgastadas, puede que tengas una avería inoportuna. Antes de que bajen aún más las temperaturas, revisa las molduras, las correas, los sellos o los manguitos. Si están desgastados, lo más recomendable es que cambies esas piezas, porque en esta época del año es cuando sufren más.
Por otro lado, revisa la batería. El 70% de recambios de este elemento se producen en esta época del año. Con temperaturas negativas, su rendimiento se ve afectado. Y si el termómetro supera la barrera de los -10 grados, es posible que cueste incluso arrancar el coche. Por tanto, revisa que está en perfecto estado para evitar sustos o contratiempos.