¿Cómo aparco mi coche? Trucos infalibles
La maniobra de aparcamiento es una de las primeras lecciones que nos enseñan en la autoescuela y una de las pruebas indispensables para aprobar el examen de conducir. Aquellos que tuvieron un buen profesor de autoescuela probablemente no tengan ningún problema para aparcar, pero para muchos otros conductores puede ser un auténtico suplicio.
Si es tu caso, no te preocupes, hoy te vamos a enseñar algunos trucos infalibles para aparcar, unas nociones básicas con las que aparcar en batería, en línea y en oblicuo se convertirá en un juego de niños.
Trucos para aparcar en línea
El aparcamiento en línea es una de las maniobras más lentas y complicadas, especialmente cuando el espacio es reducido, pero también es cierto que la visibilidad es mayor. Además, nadie dañará la pintura de tu coche al abrir la puerta sin cuidado.
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Busca las referencias en los coches de delante y atrás
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Maniobra lentamente para no golpearte con los coches aparcados
Para aparcar en línea con solo tres maniobras:
- Señaliza la maniobra y sitúa tu coche en paralelo -a un metro de distancia aproximadamente- al vehículo que está aparcado delante del hueco que vas a utilizar. Haz coincidir vuestros espejos retrovisores.
- Procede a dar marcha atrás en línea recta hasta que veas la esquina trasera del otro coche por la ventanilla trasera de tu vehículo. Detente y gira toda la dirección hacia el lado al que vayas a aparcar. Luego vuelve a dar marcha atrás hasta que veas el faro delantero del coche de detrás por tu retrovisor. Vuelve a detenerte.
- Para rematar la maniobra de aparcamiento en línea, gira toda la dirección hacia el lado contrario y da marcha atrás para introducir el coche en el hueco, vigilando siempre no golpear al coche de delante ni al de detrás (los roces en los paragolpes son muy habituales cuando aparcamos en línea). Centra tu coche entre ambos vehículos y, ¡aparcado!
Trucos para aparcar en batería
Aparcar en batería es mucho más sencillo y rápido. La visibilidad marcha atrás es algo peor, pero no tendrás que preocuparte del tamaño de los otros coches ni de sus accesorios. Intenta no aparcar muy pegado a los vehículos de los lados para evitar dañar o que dañen tu coche y la pintura al abrir las puertas.
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Podrás aparcar dejando el coche listo para salir cómodamente cuando vuelvas a cogerlo
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En dos sencillos pasos podrás aparcar tu coche en batería
Para aparcar en batería con solo tres maniobras:
- Señaliza la maniobra y sitúa tu vehículo en perpendicular a los coches que están aparcados a continuación del hueco -a una distancia de un metro aproximadamente-. Alinea tu parachoques trasero con el vehículo que quedará a tu lado cuando aparques.
- Gira toda la dirección hacia el lado al que vayas a estacionar y retrocede vigilando no golpear a ningún vehículo.
- Si es necesario, realiza alguna maniobra para que el coche quede paralelo a los vehículos de los lados y en una posición centrada respecto a estos. Deja la dirección recta ¡Y ya lo tienes hecho!
Trucos para aparcar en oblicuo
Aparcar en oblicuo es muy fácil y rápido, ya que no tienes que preocuparte prácticamente de tomar referencias ni de los accesorios de otros vehículos, solo de no aparcar muy pegado a los vehículos de los lados ni de golpear el morro del coche contra algún objeto o contra el bordillo.
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Para aparcar en oblicuo en solo dos maniobras:
- Señaliza la maniobra y haz coincidir tu retrovisor con la esquina trasera del coche anterior al hueco, será el momento de girar.
- Gira toda la dirección hacia el lado al que vas a aparcar y avanza hacia delante vigilando no golpear a ningún coche ni por delante ni por el lateral. Endereza la dirección ¡Y reto conseguido!
La mayor complicación a la hora de aparcar en oblicuo es sacar el coche, ya que tendrás muy poca visibilidad. No te preocupes, da marcha atrás en línea recta y, cuando el eje trasero de tu coche llegue a la esquina trasera del vehículo que tienes al lado, comienza a girar la dirección (siempre vigilando no dar con el morro a otro vehículo u obstáculo).
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Aparcar en oblicuo es muy sencillo
Todavía más fácil con el asistente de aparcamiento de Toyota
Con el sensor de distancia de aparcamiento de tu Toyota evitarás la tensión y los nervios de aparcar en espacios reducidos. Gracias a la tecnología de ondas ultrasónicas, los sensores ubicados en los paragolpes te alertarán al aproximarte a un obstáculo mediante un pitido y alertas visuales en un monitor.
Y si todavía quieres más, la cámara de visión trasera es otro plus de comodidad y seguridad a la hora de aparcar marcha atrás. Se activa cuando iniciamos la marcha atrás y nos permite observar en el monitor (a color) la proximidad respecto a cualquier obstáculo o vehículo.
Como ves, con estos sencillos trucos para aparcar esta maniobra cotidiana ya no se te resistirá más, y menos con toda la tecnología de asistencias a la conducción que encontrarás en la gama Toyota.