Los coches eléctricos son ya una realidad. Es más, en apenas unos años serán la principal alternativa disponible ¿Todavía no sabes cómo funcionan? Tranquilo, hoy nos vamos a adentrar en las entrañas de este tipo de vehículos para que dejen de tener secretos para ti. Lo primero que debes saber es que el funcionamiento de un motor eléctrico está a años luz del de un motor de combustión tradicional.
Frente a un vehículo tradicional de combustión interna, un vehículo eléctrico como el nuevo Toyota bZ4X es mucho más sencillo, especialmente si hablamos del motor. Su complejidad radica en la eficiencia, la gestión térmica o la potencia del motor de un coche eléctrico; pero no en sus componentes y funcionamiento.
¡Acompáñanos a descubrirlo!
No vamos a empezar la casa por el tejado, el primer paso es descubrir que no todos los coches eléctricos tienen la misma mecánica. El motor de un coche eléctrico puede ser de varios tipos en función del tipo de corriente con la que trabaja. Podemos encontrar dos grandes grupos: los motores de corriente continua y los motores de corriente alterna.
Actualmente, la mayoría de los vehículos eléctricos que podemos encontrar en el mercado cuentan con motores de corriente alterna. Más concretamente, motores síncronos, que son fáciles de usar y de instalar, lo que alarga su vida útil. Se caracterizan porque la velocidad de giro del campo magnético del estator es igual a la velocidad del rotor.
Hay varios tipos, siendo los más comunes los de imanes permanentes y los de reluctancia conmutada. Son los que puedes encontrar en la gama electrificada de Toyota.
Antes de conocer el funcionamiento de un motor eléctrico, tienes que saber cuáles son los elementos que componen estas eficientes mecánicas.
El funcionamiento de un motor eléctrico es tan sencillo que podemos dividirlo en tres sencillos pasos.
La carga
Es cuando recargamos la batería de nuestro Toyota eléctrico conectándolo a la toma de corriente. La conexión puede ser en corriente continua o en corriente alterna. Esto nos permite obtener la energía necesaria para mover el vehículo posteriormente, la cual se almacena en la batería. La carga puede ser de varios tipos: lenta, semi rápida, rápida, súper rápida y ultra rápida.
La aceleración
Se produce cuando arrancamos nuestro Toyota eléctrico y pisamos el pedal del acelerador. El módulo electrónico procesa nuestras indicaciones y manda una señal a la batería. Esta trasforma la corriente continua en corriente alterna a través del convertidor y proporciona la potencia al motor del coche eléctrico para que avancemos. En esencia, la energía eléctrica se transforma en energía mecánica.
La deceleración
Tiene lugar cuando levantamos el pie del acelerador o pisamos el pedal de freno. En ese momento, el sistema eléctrico deja de entregar energía y son las ruedas quienes mueven el motor del coche eléctrico. De esta forma, el motor deja de ser un propulsor para convertirse en un generador de energía.
Esto es lo que conocemos como frenada regenerativa. Ahora el convertidor transforma la corriente alterna en corriente continua y la almacena en la batería. Con ello se logra aprovechar al máximo la energía del sistema.
¿Sorprendido por la sencillez del funcionamiento de un motor eléctrico? Como has podido comprobar, el motor de un coche eléctrico no entraña gran complicación. Sin embargo, aporta grandes ventajas, como la ausencia de emisiones o la suavidad de su rodar ¿A qué esperas para probar el nuevo Toyota bZ4X? ¡Te va a encantar!