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¿Qué ventajas tiene la dirección eléctrica?

Más eficiente, ligera y fiable que la dirección hidráulica
La dirección eléctrica ahorra peso y reduce componentes. Esta dirección ofrece un amplio potencial para incorporar funciones autónomas. Te presentamos los tipos de direcciones asistidas que existen, cual es la mejor y porque.

Antiguamente, los coches se fabricaban sin dirección asistida, lo que hacía que el volante estuviese mucho más duro y fuese menos cómodo de conducir, llegando a ser peligroso circular con este tipo de mecánica. Esto cambió hace años, con la llegada del siglo XXI. Actualmente, todos los coches Toyota disponen de dirección asistida para hacer de la conducción una experiencia inmejorable y que la dirección del vehículo sea lo que menos te importe.

¿Para qué sirve la dirección asistida en un vehículo?

El objetivo de la dirección asistida es reducir el esfuerzo que debemos hacer sobre el volante para mover la dirección de tu coche. Más allá del confort, sus ventajas se centran en la seguridad y capacidad de reacción que ofrece al conductor, puesto que obtenemos una mayor relación entre el giro del volante y el cambio de la dirección del coche.

Otra ventaja de la dirección asistida es que permite dar una mayor cota de avance. El avance del coche es directamente proporcional a la dureza que tenga la dirección; por lo que sin una dirección asistida, la cota de avance es menor.

¿Cómo funciona la dirección asistida?

Tenemos tres tipos de dirección asistida: dirección hidráulica, electrohidráulica y eléctrica. ¿En qué se diferencian y cuál es mejor?

En primer lugar, la dirección hidráulica centra su funcionamiento en un sistema hidráulico que se compone de una bomba conectada al motor mediante una correa de servicio. En segundo lugar, la dirección electrohidráulica la bomba se mueve mediante un motor eléctrico que va conectado a la batería. Por último, la dirección eléctrica es aquella que trabaja mediante un motor eléctrico que está situado en la columna de la dirección.

La dirección hidráulica dispone de unos sistemas complementarios que hacen endurecer la dirección a medida que aumentamos la velocidad. Esto se traduce a que, cuando circulamos por carretera, tenemos que mover menos el volante para tener que responder ante un giro inesperado.

La dirección electrohidráulica, por su parte, adapta el uso del motor eléctrico a las necesidades a las que se encuentre el vehículo en cada situación. Esta dirección gasta menos gasolina que la eléctrica, puesto que no depende del motor directamente y evita problemas mecánicos asociados a la banda del motor.

La dirección eléctrica es el tipo de dirección más moderno, solo se activa cuando es necesario, aportando confort y seguridad al conductor en cada kilómetro que hace con su vehículo.

  • Con la dirección eléctrica tendrás una mejor sensibilidad al volante
  • El asistente de cambio de carril involuntario es una de las aplicaciones de la dirección con asistencia eléctrica
Ventajas de la asistencia eléctrica

La principal ventaja de la dirección con asistencia eléctrica es que tiene menos componentes, lo que representa una reducción de peso en el conjunto del vehículo. Otro factor a su favor frente a la dirección hidráulica es una casi nula utilización de energía, ya que el motor eléctrico sólo actúa cuando es necesario (como en nuestros híbridos eléctricos), lo que influye ligeramente y de manera positiva en el consumo de combustible.

Por otro lado es más fiable, ya que el motor eléctrico es menos susceptible a los fallos, averías o desgaste y por último carece de mantenimiento, circunstancia que contribuye a reducir el coste por kilómetro en el mantenimiento del automóvil.

Pero la asistencia eléctrica suma otras ventajas que se basan en el potencial que aporta para añadir funciones adicionales en el sistema de dirección, que pueden aumentar el confort de marcha, y lo que es más importante, la seguridad activa del vehículo.

La dirección eléctrica permite disponer de diferentes grados de asistencia en función de las necesidades, de manera que puede aumentar la fuerza de ayuda a muy bajas velocidades para facilitar las maniobras de aparcamiento o los giros muy cerrados y reducirla a velocidades altas para permitir al conductor disponer de la necesaria sensibilidad al volante.

Su equipamiento es fundamental en los vehículos equipados con asistente de cambio involuntario de carril, de manera que al detectar que el automóvil se sale de la trayectoria el motor actúa, corrigiendo la misma y direccionando el vehículo de nuevo a los límites del carril, como los Toyota, que están equipados con la tecnología Safety Sense, uno de los sistemas de seguridad activa más avanzados del mercado.

En definitiva, la asistencia de la dirección eléctrica aporta ventajas en seguridad, en eficiencia energética y abre un amplio espectro de posibilidades a desarrollar de cara al impulso de sistemas de autónomos de conducción.

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