Conducir es una actividad compleja. Por mucha experiencia que tengamos en la carretera, es innegable que el hecho de ponerse al volante de un coche requiere diversas habilidades, que siempre podemos mejorar gracias a determinadas técnicas.
De nada sirve comprar un coche cómodo y seguro si después nos sentamos al volante de manera incorrecta. Los coches nuevos incorporan múltiples reglajes, resultando tarea sencilla encontrar la postura óptima al volante. Vamos a conocer un poco más a fondo cuáles son los ajustes básicos que debemos tener en cuenta.
Conducir es una actividad compleja. Por mucha experiencia que tengamos en la carretera, es innegable que el hecho de ponerse al volante de un coche requiere diversas habilidades, que siempre podemos mejorar gracias a determinadas técnicas.
Las técnicas de perfeccionamiento pueden centrarse en muchas materias, incluso en la conducción de un coche híbrido, pero si hay algo que todas ellas tienen en común es que comienzan con algo muy simple a la vez que muy importante: la postura de conducción.
Sentarse correctamente al volante es esencial para nuestra seguridad y para nuestro confort, independientemente de la conducción que vayamos a practicar. La correcta posición al volante evita la fatiga y nos permite reaccionar mejor y más rápidamente ante cualquier imprevisto, por lo que hoy vamos a analizar junto a nuestros compañeros de la Escuela de Seguridad RACC cómo debes sentarte para conducir de forma cómoda y segura.
Debemos situarnos a una altura que nos permita una visibilidad frontal completa. Los ojos tienen que ir centrados en la carretera, así que lo ideal es que queden a media altura del parabrisas y lleguemos a ver el final del capó. También es importante mantener la distancia con el techo para en caso de vuelco estar lo más lejos posible.
Busca la separación óptima del cuerpo respecto al volante y pedales, de forma que puedas maniobrar de manera cómoda. Un truco muy recurrente es pisar el freno hasta el fondo, la pierna derecha deberá quedar flexionada, de ninguna de las maneras podemos poder poner la pierna recta. En los coches automáticos como los híbridos de Toyota recuerda que el pie izquierdo siempre debe ir apoyado en el paso de rueda.
El ajuste del respaldo del asiento del coche condiciona la movilidad de los brazos en las maniobras. La postura recomendable se consigue con una inclinación de poco más de 90º, de forma que vayamos erguidos, pero no en una posición demasiado vertical ni demasiado tumbados.
Lo ideal es que, con la espalda pegada al respaldo, puedas tocar la parte superior del volante con las muñecas.
Ajustar el reposacabezas a la altura adecuada evitará que sufras graves lesiones en el cuello en caso de accidente. No solo está pensado para ir más cómodos, sino para amortiguar el movimiento de la cabeza en caso de impacto.
Es recomendable que la parte posterior de la cabeza coincida con el centro del reposacabezas. Un truco para acertar es colocar la mano plana sobre la cabeza, esta debe quedar a la misma altura que la parte superior del reposacabezas.
En los coches nuevos podemos regular la altura y la profundidad del volante. Este no debe obstaculizar el movimiento de nuestras piernas al pisar los pedales ni impedir la correcta visión de la carretera y del cuadro de instrumentos.
Las manos deben posarse cómodamente sobre el volante, de manera que los codos queden un poco flexionados, formando siempre un ángulo superior a los 90º. Recuerda que la posición correcta de las manos durante la conducción es “a las 15:45”, como si el volante fuera la esfera de un reloj. Debemos abstenernos de conducir con un mano y de mantener las manos por dentro del volante o muy pegadas.
Los espejos retrovisores deben ofrecernos una visión correcta de la vía sin necesidad de mover la cabeza. El espejo interior debe abarcar la luna trasera al completo y los espejos laterales deben estar abiertos para cubrir un mayor ángulo, hasta dejar de ver prácticamente el lateral del vehículo.
Abróchatelo siempre antes de iniciar la marcha. El cinturón debe quedar totalmente plano, sin ninguna vuelta ni holgura, y lo más ajustado posible al cuerpo. Además, debe quedar situado entre el hombro y el cuello.
Ahora que ya sabes conducir de forma cómoda y segura, ¡disfruta al volante de un Toyota!