Tanto si en tu rutina se cuela un día de montaña, como si tu día a día implica subir y bajar un puerto o cuestas pronunciadas, necesitas un buen coche. Para subir debe tener potencia suficiente; en la bajada estaría bien que pudiéramos ahorrar combustible y, si además contribuimos a cuidar el entorno, mejor que mejor. Y recuerda lo más importante, subiendo o bajando: disfrutar al volante.
Todo eso y más es posible con un coche híbrido eléctrico Toyota gracias a los diferentes modos de conducción integrados que te permiten adaptar la conducción a las condiciones de la carretera y a tus preferencias.
Así que, dependiendo del momento, podrás decidir entre el modo ECO, el EV o el Sport (según el modelo, también llamado Power). Lo único que tendrás que hacer es pulsar uno de ellos, situados junto a la palanca de cambios, y el coche realizará de forma automática los ajustes necesarios para adaptarse al cambio.
La conducción de la ciudad camino a la montaña
El coche activa por defecto al ponerse en marcha el modo ECO optimizando el consumo energético, por lo que el ahorro de combustible con este modo de conducción está más que garantizado para subir un puerto de montaña.
Comenzamos el ascenso con nuestro coche híbrido
La carretera comienza a empinarse. Siempre puedes mantener el modo ECO activado por defecto y tu coche híbrido eléctrico Toyota jamás te decepcionará, pero aquí llega la primera gran noticia: el modo Sport. Este modo de conducción es el perfecto para cuando necesitas más potencia y una mejor y más rápida respuesta en el momento de acelerar. Y subir a lo alto sin preocupaciones, con más brío y más diversión es el momento ideal, ¿no crees?
Además, recuerda que el motor gasolina gana protagonismo, pero contará con la ayuda del motor eléctrico cuando lo necesite para obtener un empuje extra de potencia. De ahí la eficiencia y el ahorro.