Tanto si eres de los que ya has vuelto de tus vacaciones como si aún estás disfrutando en tu coche camino a la playa, debes de tener en cuenta una serie de consejos que seguro le irán bien a tu coche.
Es innegable que el mar y la arena son una auténtica maravilla. También los chiringuitos, pero estos pequeños placeres de la vida podrían salirte más caro de lo que crees. Desde Toyota, lo único que queremos es que disfrutes de la vida a bordo de tu coche, así que vamos a contarte todo lo que tienes que saber para que la salud de tu vehículo no sufra en absoluto.
Confiamos en que antes de salir de viaje has revisado correctamente el coche, supervisando que el dibujo de los neumáticos tenga la profundidad mínima de 1.6 mm, que los faros están limpios, que hayas cambiado las pastillas de freno…
Recuerda que, aunque el coche “no se queje”, puede afectarle, por eso nunca está de más seguir algunos consejos antes de iniciar la marcha. Chequeados estos puntos, entremos en materia.
El coche en la playa
Si eres de los afortunados que está en pleno relax y disfrute, simplemente usa el sentido común cuando aparques tu coche en la playa, es decir:
- Intenta aparcar a la sombra, donde el sol no pegue de lleno, así evitarás que sufran elementos como la pintura y la electrónica. Si encuentras un aparcamiento subterráneo, mejor.
- Al aparcar, orienta el capó hacia el lado contrario a la costa o en algún lugar donde el aire o la brisa marina no soplen. Si es posible, cúbrelo con una lona. De esta manera evitarás que la arena produzca microarañazos en la pintura de tu coche.
- Si te ves obligado a aparcar al sol, utiliza siempre un parasol. Este elemento evitará que te quemes al tocar el volante o la palanca de cambios, así como el desgaste de los acabados del interior.
- Cuando pongas el aire acondicionado, no lo enciendas al máximo. Primero ventila el habitáculo durante unos minutos bajando las ventanas y pon en marcha el ventilador a bajas revoluciones durante tres o cuatro minutos. Una vez salga aire fresco, ya puedes aumentar la velocidad del ventilador.
- Lava regularmente el coche (con agua a presión y jabón, sin frotar y secándolo). El salitre que se encuentra en el agua del mar favorece la corrosión de los materiales metálicos. Puede dañar la carrocería e incluso el interior del vehículo o el motor. No menos dañina es la arena, que se pega a la pintura y puede arañarla.
- Si conduces con ropa mojada protege la tapicería, ya que de lo contrario podrías dañarla, especialmente si la humedad es de agua salada.
- No dejes nada de valor en el interior del coche. Evita cualquier posible robo dejando a la vista objetos tentadores.
