Los frenos, la suspensión y los neumáticos son los tres elementos clave de un coche que nos permiten controlarlo en todo momento, ya sea a la hora de conducirlo o cuando decidamos detenernos en el camino. Por ello, estos tres componentes son revisados en la ITV y en nuestros servicios oficiales Toyota.
Centrándonos en el sistema de frenado de nuestro coche, generalmente, un vehículo está equipado con frenos de disco, mucho más efectivos, con mejor gestión de la temperatura que un freno de tambor tradicional. Ahora bien, este sistema de frenos requiere de un mantenimiento adecuado y es un elemento que no se debe pasar por alto.
Un sistema de frenos de disco está compuesto por varios elementos, siendo los más importantes: los discos, las pinzas, las pastillas de freno y el líquido de frenos, un fluido que se encarga, mediante un sistema hidráulico, de accionar todo el mecanismo de freno del coche.
En el caso de los discos, aunque son el elemento con la mayor vida útil, también necesitan mantenimiento, y saber cuándo deben ser reemplazados por unos nuevos nos ahorrará más de un disgusto.
Para determinar el estado de los discos de freno de tu coche, puedes fijarte en dos apartados diferentes:
Los discos de freno tienen una vida limitada. Son sometidos a un desgaste continuo y severos cambios de temperatura producto de la fricción generada en la frenada. Por ello, su superficie se va desgastando hasta que el grosor o espesor del propio disco se reduce al mínimo. Lo general es que se reemplacen si el grosor ha disminuido de 2 a 3 milímetros, según los fabricantes.
Para determinar el desgaste, los talleres oficiales Toyota cuentan con un útil específico que mide el espesor del disco. Una creencia popular calcula que los discos de freno (en el eje delantero) deben ser reemplazados después de haber cambiado las pastillas dos o tres veces, es decir, aproximadamente cada 120.000 km.
Sin embargo, el desgaste que sufren los discos de freno y las pastillas depende de diferentes factores: el estilo de conducción, si se circula más por ciudad o por carretera o si se suele viajar con el vehículo muy cargado. Por lo tanto, los profesionales que trabajan en los centros oficiales de Toyota son los encargados de determinar cuándo deben cambiarse los discos de freno de tu coche.
Un híbrido de Toyota aporta un menor desgaste del sistema de frenos del vehículo. Pero, ¿por qué? Se debe principalmente a la propia configuración del sistema de propulsión híbrido y de los sistemas de regeneración de energía para recargar la batería híbrida.
La posición B o S – según el modelo de híbrido – de la palanca de cambios está diseñada para usar el freno de motor, ayudando a retener el vehículo en bajadas muy pronunciadas, como los puertos de montaña, para evitar sobrecalentar los frenos y, por ende, su desgaste. En este modo, los híbridos de Toyota usan el motor eléctrico principal como generador para ofrecer resistencia mientras cargan la batería.
Además, cuando conduces en los modos Eco y EV (totalmente eléctrico), al soltar el acelerador, el motor eléctrico genera una retención y se aprovecha la inercia del coche para generar electricidad que recargue la batería y aumentar así la autonomía.
Esto se traduce, al mismo tiempo, en un menor desgaste de las pastillas y los discos de freno, y en un ahorro en los costes de mantenimiento al prolongar la vida útil de estos elementos.
Recuerda pedir cita previa en los talleres oficiales Toyota para realizar el mejor mantenimiento para tu coche. Solo nuestros expertos conocen a la perfección las necesidades de tu Toyota.