El verano es sinónimo de despreocuparse, disfrutar de la tranquilidad, el sol, la familia… ¡Y de a quién le toca conducir en el siguiente trayecto! Si llevas el coche contigo de viaje, no deja de ser otro elemento que debes tener en cuenta. El calor, las altas temperaturas y unos cuantos kilómetros más de los habituales hacen que tu Toyota sufra un poco más.
Cuidar tu coche antes de trayectos largos es imprescindible si quieres viajar sin mayor preocupación que la de no quemarte bajo el sol de la playa. Una revisión en el mismo garaje, o en tu taller más cercano si llevas mucho tiempo sin pisarlo, puede prevenir multitud de averías de diferente gravedad.
En este artículo te contamos algunos ejemplos de averías clásicas, más o menos graves, y por qué se producen. Evítalas y disfruta de conducir cómodamente hasta tu próximo destino.
Quedarse sin aire acondicionado en verano suena peor que tener un pinchazo en una rueda. Se echa el mundo encima de pensarlo, ya que bajar las ventanillas no siempre es suficiente para refrescar el interior. Los posibles percances que surgen por un mal mantenimiento del climatizador son problemas con el filtro de aire, que retiene partículas como el polen, o que alguna de las piezas esté en mal estado.
Evita costosas reparaciones haciendo un uso responsable de tu climatizador. Si quieres regular el flujo de aire de forma manual, no lo pongas a máxima potencia: así evitarás consumir más de lo necesario. Prueba a arrancar el coche y permitir que el aire entre en el interior con las ventanillas abiertas durante unos minutos; a continuación, conecta el climatizador.
El pedal encargado de regular las marchas del coche y que, en ocasiones, muchos conductores pisan sin necesidad. Por costumbre o por inercia, se lleva el pie sobre el embrague, a medio recorrido, como un gesto de mayor seguridad al conducir. Esta pequeña ‘manía’ puede ser determinante en la vida útil del mismo, además de forzar la caja de cambios más de lo necesario.
Evita acortar la vida del embrague con acciones tan sencillas como pisar a fondo el pedal, nunca dejar el pie encima, no acelerar mientras se cambia de marcha (en caso de que tengas un coche con cambio manual) ... El ahorro puede ser de hasta 660 euros de media, una de las reparaciones más caras.
Y si quieres quitarte de estos quebraderos… hazte con un híbrido de Toyota, con cambio automático e-CVT, menor consumo de combustible y menor gasto en mantenimientos. Te contamos más en este contenido.