El primer paso es elegir un coche que se adapte a tus necesidades, con prestaciones y un interior cómodo. Una vez lo hayas seleccionado, busca en el mercado de vehículos de ocasión una unidad que se ajuste a tus preferencias y necesidades.
Es recomendable verlo y, si es posible, probarlo antes de comprarlo. Incluso te diría que lo llevaras a tu taller de confianza para verificar que todo está en orden. Una vez llegados a este punto, se inicia el proceso de transacción y cambio de titularidad, donde deberás abonar el precio del vehículo y una serie de impuestos que tienen los coches de segunda mano.
Pero, ¿quién paga cada impuesto? Descubre qué parte - vendedor o comprador - debe hacer frente a cada impuesto a la hora de realizar un cambio de titularidad de un coche usado.
Principalmente existen dos tipos de impuestos que son aplicados cuando se realiza la compraventa de un vehículo de ocasión.
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (IPT): este impuesto de carácter indirecto se grava sobre la compraventa de bienes como vehículos o viviendas. La recaudación del ITP corre a cargo de la Comunidad Autónoma en la que se realice la transacción, por lo que la cuantía de esta tasa variará en función de la Comunidad en la que se encuentren.
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): este es el impuesto más conocido por todos. Se trata de una carga fiscal que se aplica sobre los bienes de consumo, entre los que se encuentran los coches y que es de pago obligatorio cuando se trata de un vehículo nuevo. Al tratarse de un coche usado, puede estar exento o correr por cuenta del vendedor.