Ni el asiento de atrás, ni bajo los pies. El lugar donde siempre debe ir cualquier carga que llevemos en nuestro coche es el maletero. Principalmente, por la seguridad de los pasajeros -ya que, en caso de accidente, pueden convertirse en auténticos proyectiles-. Pero también porque llevar objetos sueltos por el habitáculo puede acarrear una importante multa.
De ahí la importancia de fijarse bien en si el maletero del coche que estamos valorando comprar, cumple con nuestras necesidades. ¿Qué debemos tener en cuenta en este análisis?
El tamaño del maletero es clave
Lo primero, el tamaño. En la ficha técnica del vehículo encontrarás la capacidad del maletero medida en litros. Si lo que buscas es un maletero grande, como norma general, no debería ser menor de 350 litros. Aunque, claro, también depende del tipo de coche del que estemos hablando. No es lo mismo un compacto que un familiar.
Maletero con tapa o portón
En el maletero está la clave de la diferencia entre los coches de cuatro y de cinco puertas. Cuando el maletero tiene una tapa que se levanta quedándose la luna fija, hablamos de un coche de 4 puertas. Si el maletero tiene una tapa que se abre junto a la luna trasera, esa tapa se denomina portón, y entonces estamos ante un coche de cinco puertas.
A la hora de elegir, ten en cuenta las limitaciones de entrada y salida de la carga que puede suponerte un coche de cuatro puertas. Si quieres un maletero grande para llevar muchas cosas pequeñas, puedes optar por un cuatro puertas sin problemas. Si tu objetivo es llevar cargas voluminosas, el cinco puertas es tu coche.
Asientos abatibles para conseguir un maletero más grande
De un tiempo a esta parte la mayoría de los coches cuentan con asientos traseros abatibles. Es decir, puedes “abrir” el maletero desde el interior y dejar el respaldo sobre la zona de asiento. Esto te permite ampliar la capacidad de carga del vehículo. De ahí que en las hojas técnicas puedas encontrar dos o más datos en el apartado “Volumen del maletero”: el que corresponde al coche con todos los asientos disponibles y el (o los) que tienen parte de los asientos abatidos.
La mayor diferencia se encuentra en los autos con siete plazas, como puede ser el nuevo Toyota Land Cruiser con su capacidad de hasta 1060 litros si abatimos los asientos. Y si buscas algo más pequeño, pero con gran capacidad, el Toyota Corolla es una buena opción, ya que llega hasta los 1052 litros de capacidad abatiendo la segunda fila de asientos y teniendo en cuenta el espacio hasta el techo.
Evita sobrecargar el maletero
Tener un maletero grande puede ser muy útil, pero desde Toyota te recomendamos que intentes no sobrecargarlo. Llevar demasiado peso en el maletero acarreará problemas mecánicos en tu coche tales como desgaste prematuro de amortiguadores y suspensiones, desgaste desigual y más rápido de los neumáticos y, por supuesto, mayor consumo de combustible.
Además, te muy en cuenta, a nivel de seguridad, que un coche muy cargado tiene un comportamiento muy diferente en carretera. La distancia de frenado aumenta, la aceleración se reduce y las curvas han de trazarse con especial cuidado puesto que la carga puede desequilibrar el coche.
La distribución en el maletero es muy importante
No se trata sólo de la cantidad de carga que llevas, sino también de cómo la distribuyes.
Coloca siempre el equipaje más pesado al fondo del maletero para mantener la estabilidad del coche. Intenta también que esos bultos pesados vayan en el suelo del maletero y en los extremos de la manera más equilibrada posible (no pongas todas las de mayor carga en el mismo lado).
Utiliza los ganchos de carga del maletero para fijar los bultos.
Intenta no poner nada en la bandeja del maletero. En caso de accidente saldría disparado hacia delante con riesgos para los ocupantes.
