Si te estás planteando la compra de un vehículo de cero emisiones es posible que te hayas preguntado, entre otras muchas cosas, cómo es el mantenimiento de un coche eléctrico. Lo primero que hay que tener en cuenta es que una carga completa en una toma doméstica es claramente más barata que llenar el depósito de combustible, por lo que elegir un modelo de la gama eléctrica de Toyota supone un ahorro directo si lo comparamos con el coste de uso un vehículo de combustión.
Pero las ventajas del mantenimiento de los coches eléctricos van mucho más allá del ahorro que supone el hecho de no necesitar combustible. Y es que hay que tener presente que ni en la gama eléctrica ni en la híbrida eléctrica de Toyota hay que sumar el coste de elementos que sí hay que reemplazar en un coche de combustión. Algunos ejemplos son el embrague, la caja de cambios, el alternador o la correa de distribución.
Además, otros como el sistema de carga, el motor o las baterías están bien cubiertos y garantizados, ya que en Toyota llevamos más de 25 de experiencia desarrollando tecnologías electrificadas.
Debido a que la mayoría de los elementos que forman parte del sistema de propulsión de un coche eléctrico no están sometidos a fricción, desgaste ni altas temperaturas, no requieren de ningún tipo de mantenimiento más allá de una inspección visual para asegurarse de que se encuentran en buen estado y debidamente aislados. Este último punto es importante, porque al trabajar con tensiones elevadas resulta imprescindible comprobar habitualmente su estado.
Entonces, ¿es realmente necesario acudir a un taller para realizar el mantenimiento de un coche eléctrico? Pues lo cierto es que sí, pero curiosamente lo es para realizar la sustitución de las piezas compartidas con los coches de combustión y por seguridad, para asegurar que no hay ningún desperfecto o impacto del que no somos conscientes. Así pues, en un vehículo eléctrico sigue siendo necesario cambiar periódicamente elementos como el filtro del habitáculo, los amortiguadores, las escobillas limpiaparabrisas, el líquido de frenos, las pastillas de freno o los neumáticos.
En cualquier caso, las ventajas económicas del coste de mantenimiento de un coche eléctrico son más que evidentes. Simplemente el hecho de no tener que sustituir el aceite del motor, los filtros de aire, aceite y combustible, las bujías, la correa de distribución o el embrague ya supone un gran ahorro, pero incluso en elementos que sí hay que sustituir, como los frenos, los vehículos eléctricos se benefician de un menor desgaste gracias a la frenada regenerativa.
A la hora de calcular cuánto cuesta el mantenimiento de un coche eléctrico simplemente tendremos que usar como referencia el coste de los elementos comunes con los coches de combustión que hemos descrito anteriormente. Tampoco habrá que preocuparse por cuándo hay que cambiar la batería de un coche eléctrico y cuál es el coste de dicha sustitución, porque las hemos desarrollado para que duren toda la vida útil del vehículo, cubriéndolas con una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros.
Ha quedado claro que el mantenimiento de los coches eléctricos tiene un coste notablemente inferior al de los vehículos de combustión. Sin embargo, a este ahorro hay que sumarle numerosas ventajas fiscales. Ya no solo las ayudas directas a la compra de un coche eléctrico, sino también la exención del impuesto de la matriculación, importantes descuentos en el impuesto de circulación, algunos peajes gratis o bonificados y aparcamiento gratis sin límite de tiempo en el centro de las ciudades. Sea como sea, ¡todo son ventajas!
Fruto de nuestra experiencia desarrollando tecnología electrificada, que nos ha hecho ser líderes del mercado, llega el nuevo SUV eléctrico: Toyota bZ4X. Un coche lleno de ventajas, desde su amplia autonomía (hasta 516km), hasta tracción total o conectividad. Ahorro en mantenimiento con tu nuevo eléctrico Toyota.
