Marearse en el coche, científicamente conocido por cinetosis, es más habitual de lo que pueda parecer y es muy desagradable. Malestar estomacal, náuseas, vómitos, sudor frío, palidez… Todos esos síntomas no son nada fáciles de llevar, menos si se es consciente de que quedan varias horas para llegar al destino final. Porque no hay nada como viajar en perfectas condiciones. Así que te explicaremos por qué te mareas y cómo puedes evitarlo.
La medicina coincide. La cinetosis es la causa por la cual te encuentras mal cuando no ocupas el asiento del conductor. Básicamente, significa marearse por movimiento y el sistema del equilibrio es el gran culpable de que se manifieste. A través de los sentidos, este recibe la información suficiente como para saber tu posición. Y por tanto, el oído interno, los ojos, los receptores de presión y sensoriales de las articulaciones, además del sistema nervioso central, deben enviar datos coherentes con la acción que estás haciendo.
Todos estos elementos del sistema nervioso deben apreciar que estás en movimiento, ya que tus sentidos le van a indicar esa acción. El problema reside cuando alguno de estos receptores interpreta que estás quieto y tu sistema nervioso, por tanto, recibe informaciones contradictorias. Algo que evitan los coches híbridos de Toyota, diseñados para hacer una conducción suave. El mejor ejemplo es su cambio automático e-CVT, pensado para cambiar de marcha sin tirones o cambios de ritmo radicales.
¿Cuándo se sufren estos mareos en el coche? Cuando vas en un coche como pasajero: te sientas como si estuvieses en casa, estás quieto pero reaccionas involuntariamente al movimiento producido por las aceleraciones, frenadas y curvas que realiza el vehículo. Por tanto, al estar quieto pero en un vehículo que se mueve, se producen estas informaciones contrarias en tu sistema nervioso central.
Si eres conductor y llevas a gente que tiene tendencia a marearse, nuestro consejo es que debes conducir como si llevaras un vaso de agua sobre el salpicadero y no quisieras derramar ni una sola gota: haz aceleraciones y frenadas suaves. Con un Toyota híbrido te será más fácil, ya que destacan por la suavidad de su conducción, un hecho que incita a que el propio conductor circule más relajado y haga menos movimientos bruscos. Y cuando llegue una curva, cógela a la velocidad adecuada para girar el volante lo justo y necesario para superarla sin brusquedades.
Ya os hemos explicado qué es la cinetosis y por qué sucede, pero ¿cómo evitamos los mareos? Lo mejor que puedes hacer es mantener una postura erguida y mirar al frente, a lo lejos. Incluso imitar con el cuerpo aquellos movimientos que hace el conductor, como girar el cuerpo o intuir la curva. De este modo, todos tus sentidos estarán en sincronía.
Lo peor que puedes hacer es mantener la vista en un punto fijo del interior del coche: los sentidos interpretan que estás en movimiento, pero según tu vista, eso no es así. Por tanto, olvida el teléfono, el libro o el periódico: disfruta del paisaje y relájate observando cómo tu malestar va decreciendo.
Otro consejo es pedirle al conductor un breve descanso y reemplazarle en el asiento del piloto. Ahí es donde mejor te encontrarás porque todos tus sentidos estarán pendientes de conducir y se anticiparán al movimiento del coche. Y si no es posible, ocupa el asiento del copiloto: no tendrás un respaldo frente a ti que entorpezca tu visión de lo que ocurre fuera del vehículo.
Esto no es habitual. Es más, no es cinetosis, porque al conducir y obligar a que el coche ejecute los movimientos que tú le ordenas, el organismo intuye esos movimientos y se anticipa a ellos. Es decir, que como tú ya sabes lo que el vehículo va a hacer, siempre serás consciente de ello y por tanto, a tu sistema nervioso no llegarán señales contradictorias.
Es por ello que si te mareas, debes visitar al médico porque puede ser síntoma de varios problemas de salud. Una posible es que tu sangre no circule del todo bien y por tanto, tu cerebro no tenga el suficiente riego como para encontrarse perfectamente. Y esto puede ser causado por un alto colesterol o problemas cardiacos. Los mareos también pueden llegar a través de la ansiedad.
Así que sigue estos consejos para llegar a tu destino sin sobresaltos, haz pequeños descansos cada dos horas (tanto si eres conductor como pasajero lo agradecerás) y acude a tu médico de forma regular para asegurarte que te encuentras en plena forma para esta y otras muchas actividades.
