Cuando un coche sufre un accidente o simplemente cuando se acaba su tiempo útil para circular, no se tira a la “basura” sin más. Del mismo modo que depositamos nuestros residuos en los contenedores amarillos, verdes o marrones, se depositan los coches en Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) donde todavía tienen una larga vida por delante.
Según datos de la Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (SIGRAUTO), España logra reciclar o reutilizar más del 85 % de un coche al que se le ha acabado la vida útil. Situándonos en una zona intermedia dentro de los valores estándar de la Unión Europea.
De acuerdo con el Real Decreto 20/2017, del 20 de enero, sobre los vehículos al final de su vida útil, cualquier usuario que haya decidido deshacerse de su viejo vehículo es responsable de entregar el mismo en un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) o en su caso en una instalación de recepción.
Los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) son instalaciones que cumplen todos los requisitos según la legislación vigente para poder dar un tratamiento medioambientalmente correcto a los vehículos fuera de uso. Desde nuestros concesionarios de Toyota y Lexus siempre vamos a recomendar a nuestros clientes que entreguen sus vehículos fuera de uso en Centros Autorizados de Tratamiento pertenecientes a la red de SIGRAUTO. De esta manera, nos aseguramos que se entreguen los vehículos en instalaciones que cumplan con el Real Decreto de Vehículos Fuera de Uso.
En la página web de SIGRAUTO se pueden consultar listados y mapas interactivos que te permitirán conocer los centros concertados que se encuentran más cercanos a tu lugar de residencia, así como mucha otra información relativa a la gestión de los vehículos fuera de uso en España.
El proceso de reciclaje de un vehículo es más delicado de lo que en un principio puede parecer. Requiere seguir una serie de pasos y procedimientos para así poder garantizar la correcta extracción del coche y el posterior aprovechamiento de segunda vida. Aquí te explicamos cuáles son esos pasos críticos:
1. Restos: cuando ya se ha desmontado todo lo aprovechable del coche (neumáticos, líquidos, cristales) llega el momento del “aplastado”. Una prensa hace añicos el vehículo y luego se funde, consiguiendo nuevos metales muy útiles para otros menesteres (acero, aluminio, cobre…).
2. Descontaminación: una vez que el coche ha entrado en el CAT, éste se encarga de proceder a su descontaminación, llevando posteriormente a cabo las operaciones pertinentes para retirar todas aquellas piezas que puedan ser reutilizadas en vehículos que están en circulación.
3. Restos: el resto del vehículo, una vez que ha sido descontaminado, es enviado por el CAT a la fragmentadora para proceder a su fragmentación y posterior separación de las fracciones que lo componen, bien en su propia instalación o bien a través de empresas especializadas en el aprovechamiento de algunas de las fracciones que genera (instalaciones de tratamientos de postfragmentación).
En las instalaciones de tratamientos de postfragmentación, procesan las fracciones generadas de los vehículos descontaminados. A través de diversos procesos de segregación (cribados, corrientes de inducción, mesas densimétricas, sistemas ópticos, medios densos, etc.), se obtienen por un lado los distintos metales no férricos (aluminio, cobre, etc.) que son enviados a plantas de siderurgia y, por otro, fracciones de materiales no metálicos que se reciclan o se valorizan energéticamente dependiendo de sus características.
Todos aquellos componentes que puedan recibir una vida “extra” son vendidos por los desguaces como material de segunda mano. Piezas como los espejos retrovisores, las llantas o incluso el propio motor. De esta forma no quedan destruidos de forma innecesaria sino que ayudan a otros conductores a renovar componentes de sus propios coches a un menor coste.
Obviamente, las piezas que no están en buen estado son recicladas y acaban recibiendo un segundo uso para cosas que tal vez ni te imaginabas:
Toyota es una marca pionera en el desarrollo e innovación de vehículos, como muestran nuestros coches híbridos. Pero también lo es en proyectos que ayuden a mejorar el medioambiente, que ayuden a cuidar nuestro Planeta, como el reciclaje.
Junto a otras 11 empresas, Toyota tiene en funcionamiento una innovadora tecnología capaz de reciclar el cobre existente en el cableado de los vehículos que permite obtener cobre con una pureza del 99,96 %. Este proceso de reciclaje hace que extraigamos y exprimamos menos recursos naturales del Planeta y aprovechemos de nuevo los ya existentes.
Otro de nuestros focos es reciclar el corazón de nuestros coches híbridos: las baterías. En Europa, Toyota ya recoge más del 90 % de las baterías híbridas cuando estas llegan al final de su vida útil y van destinadas al reciclaje de sus materiales. Ya existen ejemplos, incluso, de segundas vidas de estas baterías híbridas: en Japón se están utilizando grupos de baterías híbridas para almacenar energía procedente de paneles solares.
El reciclaje es uno de los 6 retos propuestos por Toyota dentro del Desafío Medioambiental Toyota 2050 un completo programa con un objetivo muy ambicioso: reducir el impacto de la huella de carbono. Y puedes estar seguro: en Toyota no paramos hasta conseguir nuestros objetivos.
