En septiembre de 2009 entró en vigor la normativa sobre emisiones Euro 5, la cual dictaba un nuevo límite de emisiones de partículas contaminantes y obligaba a todos los fabricantes de coches a desarrollar nuevos sistemas de reducción de emisiones que hicieran de sus vehículos, coches más limpios.
Uno de los dispositivos que, fruto de esta normativa, vio la luz, fue el filtro antipartículas. Este componente se volvió parte indispensable en todos los coches diésel y, desde hace apenas unos meses, de los coches de gasolina de inyección directa.
El filtro antipartículas, también conocido como FAP o DPF, es un dispositivo que se encarga de retener las partículas sólidas que generan los motores en sus paredes porosas. Una vez que el filtro está lleno, se inicia una denominada regeneración que consiste en la incineración de las partículas.
Para lograr la incineración, el vehículo inyecta más combustible al motor y aumenta la temperatura de los gases de escape hasta los 600 ºC con el fin de quemar estas partículas sólidas. Este proceso se repite de manera periódica en intervalos que oscilan en función del fabricante, entre 400 y 800 kilómetros dependiendo del modelo y el uso que se le de.
El principal motivo que provoca la avería del filtro de partículas, la cual podemos vislumbrar en el cuadro de instrumentos al iluminarse la luz de avería de motor, se debe a su propia obstrucción. Este exceso de partículas deriva de una serie de regeneraciones fallidas.
Estos fallos se suelen dar más a menudo si se utiliza el coche únicamente en trayectos urbanos, pudiéndose prevenir con un buen mantenimiento. Más abajo te explicaremos cómo puedes saber cuándo se está realizando este proceso.
Como cualquier otro componente de nuestro coche, existen una serie de medidas y hábitos preventivos que ayudarán a alargar su vida útil y a prevenir las averías. Si tu coche tiene filtro antipartículas:
Aunque no suele existir un testigo específico que indique que se está realizando una regeneración del filtro antipartículas, existen diferentes síntomas que indican que este dispositivo está quemando las partículas sólidas atrapadas en su interior. Presta especial atención a:
La limpieza del filtro antipartículas está diseñada para que el propio coche la realice de forma automática. En caso de sufrir una obstrucción por alguno de los motivos antes mencionados, es importante que acudas a tu taller de confianza, donde se procederá a regenerarlo o a reemplazar el filtro, dependiendo del estado en el que se encuentre.