¿De dónde salen las cifras de los límites de velocidad?
Cualquier usuario entendería que los límites de velocidad en carretera son un intento por reducir los accidentes, pero lo cierto es que la razón principal por la que se impusieron en la mayoría de los países de Europa originariamente es la crisis del petróleo de 1974, derivada de la Guerra del Yom Kipur.
Tras el conflicto, los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), Egipto, Siria y Túnez decidieron restringir sus exportaciones de petróleo. Tras esto, Europa Occidental y EE.UU. quedaron desprovistos de suministro, por lo que los gobiernos encontraron en las restricciones de velocidad una manera de limitar la demanda interna.
El límite no siempre ha estado en 120 km/h.
En España se establecieron 130 km/h como límite en autopista en 1974, y dos años después se impuso la cifra más baja en la historia del país: 100 km/h. El aumento de la producción de vehículos y el crecimiento del tráfico generaron también la necesidad de regular el tráfico y la cuestión empezó a generar debate.
Actualmente la velocidad máxima en autopista y autovía para turismos y motocicletas es de 120 km/h, límite impuesto en 1979 y que se redujo en 10 km/h en 2011 por motivos medioambientales y de seguridad. Este polémico cambio tardó sólo cuatro meses en ser restablecido.
Distintas condiciones, distintas restricciones
El motivo principal por el que el límite de velocidad de las vías urbanas y travesías sea la mitad que el de las autovías y autopistas, actualmente fijado a 50 km/h, es la seguridad. En las grandes vías los sentidos están claramente delimitados y protegidos, y las intersecciones se realizan a través de túneles que evitan los cruces de vehículos.
Este mismo criterio se aplica a las zonas residenciales o escolares, donde los límites se reducen a 20 ó 30 km/h ya que el riesgo de accidente es mayor.
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En países como Alemania o Francia las limitaciones son mucho más flexibles
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Muchos conductores creen que solo existe un motivo económico
Seguridad en autopistas
Si bien en principio los límites de velocidad tienen su origen en un intento por reducir el consumo de gasolina, se puede entender que una de las razones de peso que los mantienen todavía hoy es la seguridad vial.
¿Sabías que uno de cada diez accidentes que se producen en España es por ir a más velocidad de la permitida? La velocidad elevada agrava las colisiones y sus consecuencias, puesto que los accidentes que se producen en las autopistas tienen consecuencias más graves para los conductores, llevando a la muerte en muchos casos. La DGT confirma que cerca del 20% de los accidentes que suceden en nuestro país tienen lugar en estas carreteras, donde el límite de velocidad es de 120 km/h.
La situación de otros países de Europa avala los datos: en países como Francia, que limita la velocidad a 130 km/h o Alemania, que no presentan tasas de accidente más elevadas.
¿Influyen otros factores?
Si se trata de seguridad, es curioso que en 1979 el límite de velocidad fuese superior al actual, ya que los vehículos disponen hoy de la tecnología como la de los frenos ABS, que los hace mucho más seguros y resistentes.
Las carreteras son cada vez más seguras y el control de la conducción mucho más eficiente. Hay movimientos que pretenden que el límite en las grandes vías se extienda a 140km/h, pero la DGT no tiene intenciones de ceder por el momento.
Lo más importante en carretera es realizar una conducción segura. Los coches cada vez disponen de más sistemas de seguridad, pero al final es el conductor quien toma las decisiones y tiene el control. Ajustarse a los límites de seguridad establecidos por cada calzada es primordial para reducir el porcentaje de accidentes por exceso de velocidad.