Donde dije digo… El aumento de la población en los grandes núcleos urbanos, sumado al aumento del número de vehículos que circulan por nuestras calles, ha obligado a los ayuntamientos de toda Europa a lanzar ambiciosos programas de movilidad como es el caso de Madrid. El Plan A y Madrid central son la realidad actual, programas muy concretos de movilidad que pretenden ser reformulados por el nuevo borrador Madrid 360.
El Plan A entró en vigor el pasado 30 de noviembre de 2018. Entre todas sus medidas, la más destacada fue la creación de una zona de bajas emisiones conocida como Madrid Central. En ella, el tráfico rodado está limitado a residentes, vehículos de emergencias, transporte público y vehículos de bajas emisiones contaminantes, como los híbridos de Toyota, además de vehículos de no residentes cuyo destino sea un aparcamiento subterráneo.
Si se accede con etiqueta ambiental B, C y no se aparca en un parking subterráneo, el conductor podrá recibir una multa por entrar en Madrid Central de 90€ (reducida a 45 € por pronto pago). Si tu coche no tiene etiqueta ambiental tiene restringido el acceso y, por tanto, si entras también podrás ser sancionado.