La contaminación del aire es un mal que nos afecta todos, aunque no por igual. Las emisiones nocivas que emanan de los tubos de escape de los vehículos inciden de manera más perjudicial en las personas que padecen alguna enfermedad respiratoria, por lo que es importante contribuir a reducir el dióxido de nitrógeno (NO2) y otras partículas nocivas de la atmósfera.
Los efectos de la contaminación para la salud son altamente perjudiciales y pueden desembocar en enfermedades pulmonares como el asma o la bronquitis. Sin embargo, las personas que ya padecen este tipo de enfermedades, son más vulnerables a la contaminación del aire.
Según datos recogidos en un informe por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), en 2015 (último año con cifras contabilizadas) la concentración de partículas finas en la atmósfera fue responsable de cerca de 391.000 muertes prematuras en los 28 Estados Miembros de la Unión Europea.
Como acabamos de ver, los efectos para la salud de la contaminación del aire son reales. Dentro de todas las partículas contaminantes que podemos encontrarnos, tenemos el dióxido de nitrógeno (NO2). Es un subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas y se encuentra presente en las plantas eléctricas y en los motores de vehículos. Es un gas tóxico, irritante y precursor de la formación de partículas de nitrato, afectando principalmente al sistema respiratorio, con los consiguientes efectos para la salud:
- Disminución de la capacidad pulmonar.
- Bronquitis aguda.
- Asma.
- Procesos alérgicos, especialmente en niños.
- Irritación ocular y de las mucosas (en menor medida).
Existen otros elementos que podemos encontrar en episodios de contaminación y que afectan de forma negativa a tu salud. El ozono (O3) es otra de estas partículas contaminantes presente en la atmósfera. Puede provocar asma, reducción de la función pulmonar y diversas enfermedades respiratorias.
El dióxido de azufre (SO2) también está presente en el aire contaminado de las grandes ciudades. Se genera con la combustión de combustibles fósiles y la fundición de menas que contienen azufre. Los efectos para la salud son irritación ocular, tos, secreción mucosa, asma y bronquitis.
Junto a las afecciones antes mencionadas, las sustancias contaminantes tienen otros efectos nocivos para la salud que se traducen en diferentes síntomas y/o enfermedades. Destacan el mayor riesgo de parto prematuro en mujeres embarazadas, la alta probabilidad de muerte prematura causada por las enfermedades antes mencionadas y las consecuencias cardiovasculares causada por la baja oxigenación de los glóbulos rojos.