La preocupación por la contaminación y los niveles de emisiones es algo que cada vez afecta más a los conductores. Existen multitud de sistemas de propulsión diferentes en los coches que se comercializa actualmente (gasolina, diésel, híbrido, híbrido enchufable, eléctrico y gas), lo que empuja a los conductores a dudar a la hora de elegir cuál es el vehículo que más les interesa.
En Toyota, hemos creado una completa gama de vehículos híbridos con la más avanzada tecnología que permita, no solo reducir los niveles de emisiones y partículas contaminantes a la atmósfera, sino también ofrecer la capacidad de circular en modo totalmente eléctrico.
La movilidad eléctrica es la clave principal para aumentar la eficiencia de un sistema de propulsión. Los coches eléctricos no son una alternativa real en estos tiempos y es más inteligente optar por un coche híbrido que te permita circular tanto con gasolina como con electricidad, reduciendo drásticamente los niveles de contaminación y los consumos de combustible.
El diésel es uno de los combustibles fósiles más contaminantes del mercado. Los coches de gasóleo de la normativa de emisiones Euro 6 están equipados con una serie de filtros, válvulas y catalizadores específicos que ayudan a mantener a raya las emisiones de Óxido de Nitrógeno (NOX) tan perjudiciales para la salud de las personas.
Un diésel Euro 6 necesita los siguientes sistemas para reducir sus niveles de emisiones:
- Válvula de recirculación de gases de escape (EGR)
- Filtro de partículas (DPF)
- Catalizador SCR por urea
En comparación, un coche híbrido es más eficiente que un vehículo diésel, emite un menor número de partículas contaminantes y, más importante aún, emplea una menor cantidad de componentes y piezas específicas para reducir las emisiones, lo que se traduce en un menor desgaste y unos costes de mantenimiento más reducidos.