
21 de marzo de 1971
Apolda, Alemania
Ciclismo, esquí de fondo paralímpico
Es posible que Andrea llegara al deporte paralímpico por necesidad, pero pronto la atleta alemana se convirtió en una de las dominadoras de la escena paralímpica, tanto de verano como de invierno. Primero probó el baloncesto en silla de ruedas, y con el tiempo amplió sus habilidades al esquí de fondo paralímpico, el biatlón paralímpico, carreras de sillas de ruedas y de triciclos manuales.
Hasta la fecha, Andrea ha ganado 37 medallas en campeonatos mundiales y ha sido 27 veces campeona mundial de ciclismo, biatlón paralímpico y esquí de fondo paralímpico.
"El sacrificio y el esfuerzo necesarios [para ganar una medalla de oro paralímpica] son realmente increíbles, y estamos muy orgullosos de ser una pequeña parte del equipo de Andrea."
– Ingeniero de Toyota TMG
Inspirada por la incansable determinación de Andrea para cuestionar lo que es posible, Toyota le propuso en 2012 entablar una colaboración. Centrándonos en el confort y la velocidad, hemos trabajado estrechamente con Andrea para crear estructuras ligeras personalizadas de fibra de carbono para su bicicleta y su trineo, para dar a un atleta ya brillante una ventaja competitiva aún mayor en los Juegos Paralímpicos.
29 de febrero de 1984
Reno, Nevada, EE.UU
Natación paralímpica
Es en el agua donde Brad Snyder se siente más libre. Aprendió a nadar en Florida a muy temprana edad, y empezó a competir a los 11 años. Más adelante, Brad llegó a ser capitán de su equipo de natación en la Academia Naval de Estados Unidos.
“Creo que vivir la vida con un impedimento visual, vivir la vida ciego, vivir la vida en la oscuridad es lo que nos parecía imposible en las semanas posteriores a mi lesión… Lo que encontré en el deporte paralímpico es que, aunque no pueda ver, sigue habiendo todo un mundo de cosas que puedo hacer.”
Cuando Brad volvió a casa tras resultar herido en Afganistán, aprendió a encontrar su camino en la oscuridad. Su familia siempre le apoyó, para ayudar al que había sido un duro soldado en actividades tan sencillas como comer, vestirse o encontrar el baño.
A los pocos meses de iniciar su recuperación, Brad decidió volver al agua, donde se encontraba tan a gusto. Un año después del día en que perdió la vista en acto de servicio, subió orgulloso al podio paralímpico para recoger el oro para el equipo estadounidense. Entre los nadadores con afectación visual completa, Brad tiene actualmente el récord del mundo de los 100 metros libres.
Hoy, Brad tiene una nueva ambición: adoptar una segunda disciplina deportiva y competir en el triatlón paralímpico de Tokio 2020.