Nos tendríamos que remontar hasta 1974 para dar con la semilla, la patente de lo que en 1994 se convertiría en el primer motor híbrido de Toyota; pero es un año más tarde, en 1995, cuando se presentaría públicamente la primera versión de ese Prius que aún se llamaba XW10. Era un gran paso para Toyota, que de esa manera se convertía en la marca líder en el desarrollo de híbridos. Pero aún quedaban ciertos escollos por superar: había que aumentar la autonomía del motor eléctrico y mejorar el aguante del mismo en condiciones extremas.
