Madrid y Barcelona son dos de las grandes ciudades de España con zonas de bajas emisiones
Protocolos de contaminación: Zonas de Bajas Emisiones
En todas las etapas de la historia del automóvil podemos encontrar un factor común: la carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. Esto es especialmente relevante en la época que nos ha tocado vivir, donde el volumen de población y de vehículos en circulación es más elevado que nunca, incrementándose exponencialmente cada año que pasa.
Nos guste o no, los fabricantes que no cuiden su huella en el planeta estarán fuera del panorama automovilístico en un futuro cercano, por ello en Toyota llevamos más de 20 años apostando por la sostenibilidad con nuestros híbridos, que en la actualidad son referencia en el mercado.
La UE lleva apostando por la reducción de las emisiones en el sector de la automoción desde 1988 -con la norma EURO 0-, cuando se aplicó por primera vez en la Unión Europea una regulación referente a los límites máximos de emisiones contaminantes que salen por el tubo de escape de los vehículos. Desde entonces, se han sucedido numerosas propuestas en materia de sostenibilidad hasta llegar a las actuales, protagonizadas por los protocolos anticontaminación en las ciudades, los distintivos de emisiones, las ciudades verdes…
Los Protocolos Anticontaminación derivan en la creación de zonas de bajas emisiones en el centro de las grandes poblaciones. En ellas se restringe la circulación de los vehículos más contaminantes a través de diferentes medidas que, inicialmente, comprenden un período informativo para, posteriormente, comenzar a sancionar por su incumplimiento.
En Europa podemos encontrar más de doscientas ciudades que disponen de zonas de bajas emisiones delimitadas en los centros urbanos, donde se restringe el acceso a los vehículos más contaminantes. Algunos ejemplos de ciudades europeas que disponen de zonas de bajas emisiones a causa de su elevada contaminación atmosférica son Bruselas, Londres, París, Milán o Rotterdam.
La eficiencia energética del coche es clave en la sostenibilidad
La clasificación energética del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) clasifica los vehículos en función del combustible que utilizan (gasolina, gasóleo, híbridos…), comparando el consumo de cada vehículo, en función de su superficie, con la media de su tamaño. En otras palabras, compara la eficiencia del modelo de coche en concreto con un valor medio.
En total hay siete niveles de eficiencia marcados con letras de la A a la G, y cada una de ellas se corresponde con colores del verde al rojo. En nuestra carrera por fomentar la sostenibilidad, los híbridos de Toyota pueden presumir de obtener la calificación A del IDAE, lo que significa que son unos de los vehículos más eficientes en su categoría.
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Los híbridos Toyota reciben la etiqueta ECO de la DGT
Las etiquetas de la DGT: Tecnología al servicio del medio ambiente
No menos importante que la eficiencia energética son los distintivos medioambientales de la DGT, que clasifican los vehículos en cuatro categorías -distintivos B, C, ECO o CERO - en función de la tecnología que emplean. Tomando como referencia los datos de homologación europeos, estos distintivos popularmente conocidos como “pegatinas de la DGT”, clasifican el parque de vehículos en función de sus niveles de emisiones.
Son unos adhesivos de diseño redondo con diferentes letras y colores que señalan el nivel de contaminación de cada vehículo, lo que se traduce en diversas restricciones de acceso al centro de algunas ciudades como Madrid o Barcelona, en España, con el objetivo de lograr una mayor prevención y protección de la salud de los ciudadanos.
Zonas de bajas emisiones: Madrid Central
Los elevados niveles de contaminación que existen en las grandes ciudades suponen un problema muy grave de salud pública. Según el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, 2018), la contaminación atmosférica es la responsable directa de más de 500.000 muertes prematuras al año en Europa.
Para tratar de mitigar sus efectos y cumplir con los umbrales de contaminación y sostenibilidad establecidos por la UE y la Organización Mundial de la Salud nacen los Protocolos Anticontaminación, que tienen como objetivo la prevención y protección de la salud respiratoria de los ciudadanos, mediante la reducción de los niveles de partículas como el Dióxido de Carbono (CO2), el Dióxido de Nitrógeno (NO2) o el Óxido de Nitrógeno (NOX), partículas altamente contaminantes y perjudiciales.
Una de las primeras ciudades de España en tomar partido ha sido Madrid, con la creación de Madrid Central, que forma parte del Plan de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid y Cambio Climático, también conocido como Plan A. El tráfico está delimitado para los vehículos más contaminantes en una extensión de 4,7 km² que implica casi todo el centro.
Madrid central realiza una discriminación positiva para mejorar la sostenibilidad de la ciudad, reduciendo el nivel de gases contaminantes y nocivos a la atmósfera, mediante una reducción del tráfico en el centro de la ciudad.
Los vehículos sin distinción medioambiental de la DGT no podrán acceder al área delimitada. Los coches con etiquetas B o C solo podrán entrar dentro de Madrid Central si estacionan en un aparcamiento público, garaje privado o reserva de estacionamiento no dotacional.
Los vehículos con etiqueta CERO emisiones (eléctricos, híbridos enchufables o hidrógeno) pueden circular y estacionar en la zona SER sin restricción horaria. Los coches con distinción medioambiental ECO, como los híbridos Toyota, podrán circular por Madrid Central y estacionar en la zona SER en horario regulado un máximo de 4 horas.
Zonas de bajas emisiones: Barcelona ZBE
Barcelona ha sido otra de las ciudades de España en sumarse al protocolo de contaminación y en crear una zona de bajas emisiones. El tráfico está restringido a los vehículos más contaminantes en una extensión de 9,5 km², que comprende casi toda la Ciudad Condal.
La zona de bajas emisiones (ZBE) incluye tanto Barcelona (salvo la Zona Franca-Industrial y el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes), como los municipios circundantes a las rondas (Sant Adrià del Besòs, L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat).
Los coches que no disponen de etiquetado ambiental no podrán acceder a la zona delimitada de bajas emisiones en horario laboral (07:00-20.00) de lunes a viernes, en pro de vehículos con tecnologías alternativas y más eficientes energéticamente.
Madrid y Barcelona son las primeras ciudades de España en crear protocolos de contaminación y zonas de bajas emisiones, pero no serán las únicas. A lo largo de los años más ciudades (e incluso municipios) se sumarán a estos protocolos con el fin de reducir notablemente los gases contaminantes y de crear espacios más limpios y sostenibles.