Hace más de un siglo, el motor de combustión revolucionó el mundo, proporcionando movilidad personal a las masas, pero a costa de nuestro planeta compartido. Como resultado, en 1993, Toyota fijó el objetivo de fabricar un vehículo de bajas emisiones. Cuatro años después, nació nuestro primer híbrido pionero y seguimos tan comprometidos con nuestro objetivo como siempre. Hoy en día, gracias a nuestra continua innovación, los vehículos de Toyota se pueden fabricar con una tecnología aún más limpia, lo que reduce nuestra huella ambiental e incluso marca una diferencia positiva.