
El hidrógeno se puede producir a partir de química estable, de modo que no solo es seguro, limpio y eficiente en cuanto a los costes, sino que también puede conservar energía durante más tiempo que ningún otro soporte, lo que lo convierte en una energía extremadamente viable desde el punto de vista comercial.
La producción doméstica también es totalmente viable, de manera que los hogares podrían generar su propia electricidad, y reducir así la huella medioambiental y el coste de la vida.

De hecho, Toyota tiene previsto introducir más de 100 autobuses a base de hidrógeno de cara a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. De esta forma, se espera que el gran público conozca mejor el hidrógeno y esté más sensibilizado.