Nuestra andadura europea empezó de una forma muy modesta, cuando en los años 80 se empezaron a importar los primeros vehículos de Japón. Desde entonces hemos estado invirtiendo por hacer de Europa uno de nuestros mercados más importantes y dinámicos no solo en términos de ventas de coches sino también en el ámbito del diseño, la ingeniería y la fabricación.
La familia europea de Toyota es quien está detrás del desarrollo sostenido de nuestras operaciones en la región, que responde a nuestras prioridades - calidad excelente y satisfacción del cliente -, y la que se esfuerza cada día por reforzar la gama de modelos Toyota y Lexus en el continente.
Nuestros clientes europeos – que se hallan entre los más exigentes del mundo - valoran el rendimiento ecológico de nuestros vehículos, el placer de conducirlos y los servicios personalizados que les ofrecemos. Sus expectativas son nuestro punto de referencia a la hora de diseñar vehículos que responden a los más altos niveles de rendimiento, diseño y estética.
Nosotros entendemos que somos proveedores de movilidad, no simples fabricantes de coches, y por eso creamos KINTO en Europa, para acelerar el crecimiento de los servicios de movilidad de Toyota en el continente, con el objetivo de consolidarnos como el proveedor de servicio de referencia para cada necesidad de movilidad, ofreciendo soluciones de movilidad de ventanilla única para todos nuestros clientes. Gracias al Plan de Movilidad para Todos podemos llevar a cabo nuestra misión de hacer feliz a la gente de forma sostenible.
Mucho antes de que la industria del motor cobrara conciencia del problema, nosotros ya estábamos investigando cómo fabricar coches más limpios y eficientes, invirtiendo grandes cantidades de dinero en la tecnología híbrida y de pilas de combustible. Y desde que lanzamos el Prius, nuestro híbrido original, por las carreteras europeas circulan ya más de cuatro millones de vehículos híbridos. Pero no solo vendemos nuestros híbridos en Europa, también los fabricamos aquí, en nuestras plantas de Reino Unido, Francia, Turquía, República Checa y Polonia.
Contar con instalaciones en Europa nos permite ofrecer a nuestros clientes tiempos de entrega menores y reducir el impacto sobre el medio ambiente de nuestras operaciones de transporte. Pero fabricar coches más limpios en Europa es solo una de las vertientes de nuestro trabajo dirigido a proteger y respetar el medio ambiente. Las fábricas y oficinas que hemos construido son ejemplo en todo el mundo de cómo dar con formas nuevas y eficientes de reducir residuos, preservar los recursos naturales y trabajar en armonía con el mundo que nos rodea.