La tarea de conseguir la máxima calidad en nuestros vehículos empieza ya en el proceso de diseño inicial. Cada nuevo modelo se somete a pruebas muy estrictas, que comprenden modelos informáticos, pruebas de laboratorio y miles de kilómetros de conducción en condiciones reales.
En cuanto al desarrollo de productos, estudiamos el más mínimo detalle en busca de posibles problemas y para compartir conocimientos y experiencia entre nuestros equipos técnicos. Las estrictas normas y los procesos consolidados que aplicamos nos permiten sentar las bases de la calidad que incorporamos en cada paso.