En lugar de propulsarse con la electricidad almacenada en una batería, los vehículos eléctricos de pila de hidrógeno generan su electricidad a partir de una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno en una pila de combustible. El repostaje de los depósitos de hidrógeno desde una bomba lleva menos de cinco minutos y, una vez en circulación, disfrutarás de recorridos sin emisiones tan seguros, prácticos y agradables como en un vehículo convencional.
