Cuando vamos a comprar un coche usado, por regla general tenemos dos formas de hacerlo: le compramos el coche a un particular, ya sea conocido o desconocido (compra-venta, usuario…), o acudimos a un concesionario oficial de la marca. La primera opción siempre ha sido la más solicitada por razones económicas, pero debemos estar alerta, porque entraña numerosos riesgos: averías no detectadas, piezas de recambio de segunda mano, cuentakilómetros trucados… son muchas las razones que pueden viciar nuestra compra y, al final, lo barato sale caro.
Pero no seamos pesimistas y confiemos en la buena fe de la gente. Con todo y con eso, más allá de la desconfianza que pueda generarnos o no un particular, existen muchos otros motivos por los que es mejor comprar un coche usado en un concesionario oficial. Vamos a verlas.
La compra-venta entre particulares no está sujeta a ningún tipo de garantía*, mientras que al comprar un coche usado en un concesionario oficial tienes asegurado, como mínimo, un año de garantía, evitando así tener que asumir tú los costes de algún posible defecto.
Por ejemplo, el programa de coches usados de Toyota Plus Ocasión te ofrece una garantía de hasta 36 meses en tu híbrido Toyota y de hasta 24 meses para las mecánicas convencionales, a fin de brindarte la mayor seguridad en tu compra.