Seamos sinceros. Un Toyota se disfruta en marcha, al callejear ágilmente por ciudad, circulando confortablemente por autovía o cuando recorres divertidas carreteras de montaña. Cada vez que te subes al coche disfrutas de la experiencia... hasta que llega la hora de aparcar. Da igual lo hábil que seas al volante: esta maniobra es costosa y poco agradecida, especialmente en el centro de una gran ciudad, donde los huecos amplios escasean y hay que ser capaz de estacionar con agilidad.
Ten en cuenta que al aparcar hay un riesgo elevado de que rayes la carrocería de tu Toyota. Lo cuentan desde la Asociación Empresarial del Seguro, tras publicar un estudio en el que afirman que los conductores y conductoras noveles son los más propensos a dañar el coche en los estacionamientos (algo lógico por la falta de experiencia). Pero, atención: según avanzan en experiencia, ellos son más veces víctimas de obstáculos inesperados que ellas.
Otra aseguradora (Direct Seguros) realizó una encuesta el año pasado que arroja una conclusión alarmante: uno de cada tres conductores españoles reconoce que no sabe aparcar. Y uno de cada 10 asegura que aparca "de oído" (sí, ese toquecito con el coche de detrás para comprobar dónde está el límite).
Sea como fuere, en batería o en línea, hay algo que está claro: a todos nos gustaría que alguien estacionara el coche por nosotros. Toyota elimina esta tensión de un plumazo: la solución se llama SIPA (Simple Intelligent Park Assist), su Sistema de Asistencia al Aparcamiento. Te contamos cómo funciona: