El nuevo Toyota C-HR despertó la atención de medio mundo. Lo consiguió gracias a sus líneas coupé, a su poderosa carrocería elevada de crossover y a su imponente frontal, con esa mirada agresiva que le confieren los faros rasgados. Un coche irresistiblemente dinámico y espacioso por dentro. ¿Dentro? Toyota se ha guardado su mejor carta para el final. Hasta ahora no se había desvelado el habitáculo de Toyota C-HR. Con un diseño exterior que queda impreso en la retina al primer vistazo, no tenían fácil repetir el mismo efecto en el interior. Acompáñanos a conocerlo, por primera vez.
Al abrir por primera vez la puerta del conductor de Toyota C-HR, no hace falta ni sacar la llave del bolsillo: gracias al sistema Smart Entry. Accedemos a un interior funcional y diseñado para facilitar la vida al conductor. Esa es la prioridad. Y el nuevo C-HR la cumple con creces, pero además, ofrece otra cosa: belleza y sensualidad.
Si Toyota C-HR rompió moldes al presentar su exterior, ahora que conocemos su interior podemos decir que se ha superado con creces. El objetivo del Centro de Diseño Europeo de Toyota era ofrecer un estilo único, moderno al tiempo que sensual. Por eso, Toyota ha llamado Sensual Tech al concepto de diseño interior del Toyota C-HR.
Está equipado con la tecnología más avanzada y con una consola central, asimétrica y orientada al conductor, que acentúa su carácter dinámico. Por encima sobresale una gran pantalla táctil de 8 pulgadas para el sistema multimedia, con el rediseñado y mejorado interfaz Toyota Multimedia 16, que posee unos gráficos más nítidos y atractivos. La conectividad es total y gracias a su multitud de funciones, desaparecen botones innecesarios del salpicadero y la consola. Resultado: un diseño de líneas limpias, modernas y fluidas, que además permiten un uso intuitivo