El mercado de vehículos nuevos suele acaparar las opciones que barajan los gestores de flotas de las grandes compañías, aunque la posibilidad de optar por vehículos del mercado de ocasión, con una sólida garantía y kilometraje certificado por la marca, puede representar una decisión muy interesante para trabajadores autónomos o pequeñas y medianas empresas que tengan presupuestos más ajustados, que no necesiten una gran cantidad de coches para cubrir las necesidades de movilidad de sus negocios y que pueden elegir entre los modelos en 'stock'.
Decantarse por un vehículo de ocasión permite a los profesionales experimentar un significativo ahorro en comparación con los vehículos nuevos, ya que su valor de adquisición es menor, dado que han sido utilizados y ya tienen algunos kilómetros. Además, hay tipos de negocios que no requieren que el vehículo corporativo sea nuevo, sino que es necesario para cubrir unas exigencias de movilidad concretas y que pueden cubrirse de forma muy satisfactoria con un modelo usado, con la reducción de costes totales que ello conlleva.