El negocio del renting se ha concentrado tradicionalmente entre los clientes de empresa, ya que mueven un mayor número de vehículos en su flota, al tiempo que manejan presupuestos superiores y analizan al máximo los costes de la gestión de su movilidad, por lo que suelen ser más proclives a este tipo de operaciones.
Las compañías, principalmente las grandes, son las que más confían en el alquiler a largo plazo con servicios porque les permite reducir la las gestiones y el papeleo, así como tener la posibilidad de deducirse el IVA y también de contar con la tranquilidad de que los automóviles realizan el mantenimiento pautado por el fabricante y están siempre en perfectas condiciones para circular.